Las Wallets
¿Qué son y cómo funcionan?
por Jordi Guillamon de beToken Capital Research
Hola queridos Tokeners
Quizás al iniciaros dentro del ecosistema de las criptomonedas os podéis sentir perdidos cuando escucháis hablar a los más experimentados con terminología que se os escapa de las manos o tratando temas que os pueden sonar a chino. Uno de los temas que más dudas o más inseguridad causan a día de hoy al empezar puede ser la gestión de nuestro capital dentro de las famosas billeteras o “Wallets”. Así que hoy vamos a hablar acerca de las Wallets, qué son y qué tipos podemos encontrar. A su vez, iremos posteando nuevos artículos sobre cómo configurar una billetera en Metamask y cómo funcionan las transferencias en las cadenas de bloques. ¡Vamos allá!
¿Qué son las Wallets?
Como bien nos indica la palabra literalmente en inglés, las wallets son billeteras o monederos que hacen la función de almacenar nuestros cripto activos dentro del ecosistema de las criptomonedas. El propósito básico sobre las billeteras es la custodia de nuestros activos de manera directa, sin intermediación de terceros; la transferencia entre billeteras o el uso de los productos financieros que podemos encontrar en el ecosistema de las finanzas descentralizadas (Decentralized Finance o DeFi en inglés), si bien cada vez más empieza a ser un elemento fundamental de la llamada Web 3.0, donde en vez de login y password se te va a pedir que conectes tu wallet (y quizá que tengas tokens o NFTs para acceder a determinados servicios más exclusivos).
El comprender su utilidad parece fácil y lógico, tal como tenemos un monedero donde guardamos las monedas o billetes para pagar con efectivo o la propia billetera para guardar nuestras tarjetas de débito. La cosa se puede complicar a la hora de comprender cómo funcionan o qué tipos de billeteras podemos escoger, pero la práctica forja la experiencia. Estas billeteras están alojadas dentro de las cadenas de bloques, la tecnología que se emplea dentro del ecosistema de las criptomonedas para poder validar, confirmar y gestionar nuestros activos y a su vez con múltiples usos más allá de su uso en las criptomonedas.
¿Qué tipos de Wallets hay?
Podemos diferenciar dos tipos de billeteras:
Billeteras físicas: Se suelen denominar cold wallets, son billeteras en las que las claves se almacenan en dispositivos hardware tales como un USB y donde es necesaria una validación manual para ejecutar cada transacción o cambio que queramos realizar dentro de nuestra billetera. En ocasiones se acompañan de una App propia y en otras ocasiones se conectan a una billetera digital para facilitar la interoperabilidad (e.g. Ledger conectado a Metamask). Esto nos brinda mucha más seguridad dado que el acceso a nuestros activos estará limitado a la disponibilidad del dispositivo, protegiéndonos de ver nuestros fondos corrompidos.
Billeteras digitales: Son billeteras en formato software, es decir, se desarrollan dentro de una aplicación, muchas veces se accede a ellas mediante una extensión de un navegador. La diferencia principal de estas billeteras es que las claves están hospedadas dentro de servidores en Internet, se las considera “billeteras calientes” (hot wallets) dado que están accesibles en cualquier momento con tan solo estar conectados a la red. Dentro de estas billeteras se puede diferenciar entre las billeteras hospedadas y las billeteras sin custodia. Las billeteras hospedadas son fáciles de configurar y se encuentran dentro de plataformas de Exchanges centralizados (como Binance, Kraken, Coinbase, Bit2Me, Criptan …), en cambio, las billeteras sin custodia como Metamask nos proporciona el total control de nuestros activos, pero también nos carga con el riesgo de hackeo o pérdida de claves. En un principio nos puede dar miedo el no estar respaldados por nadie, pero debemos pensar que, si no somos dueños totales de nuestro capital, entonces no es realmente nuestro. Como bien dice el dicho del Cryptoverso: Not your keys, not your coins (Sin tus llaves, no es tu dinero, en español).
¿Cómo funcionan las Wallets?
Expongamos el contexto tradicional a la hora de acceder a nuestra cuenta del banco y cómo realizamos una transacción para poder entender cómo funcionan las wallets. A diferencia de las entidades bancarias que custodian los activos (en el caso de los grandes inversores, porque las personas normales no tenemos la suerte de que nos custodien, le damos nuestro dinero al banco y el banco tiene una “deuda” con nosotros, pero en el momento en que el dinero entra al banco, técnicamente es del banco), nuestros cripto-activos no están alojados como propiamente se entiende en una “billetera” digital; estos se encuentran dentro de la cadena de bloques correspondiente (e.g. Ethereum) y nosotros podemos acceder a esos activos mediante el uso de las claves públicas y privadas para realizar dichas transacciones que sí están en la billetera digital… Es una gran diferencia, ya que nuestros activos son realmente nuestros, no es una deuda de la blockchain con nosotros.
A diferencia del tiempo de espera del sistema bancario tradicional, las transacciones mediante la tecnología de la cadena de bloques son muy rápidas y poco costosas (sí… ya sabemos que las comisiones de la blockchain de Ethereum son muy caras, pero hay otras blockchain alternativas mucho más económicas). Además, las transacciones pueden preservar la privacidad de las mismas y son trazables, es decir total transparencia en las transacciones. Lo mejor la tecnología blockchain garantiza que son seguras (siempre y cuando no le des tus claves a nadie o te hackeen el ordenador, claro que eso también te puede pasar en un banco).
Las cadenas de bloques, a diferencia de los bancos, están operativas 24/7 sin interrupción gracias a la descentralización. Quizás por eso los bancos siempre han hablado tan mal de las criptomonedas, dado que son un serio competidor por ofrecer todas estas características a sus clientes.
El sinónimo de las credenciales de la app del banco en el acceso a la billetera equivale a la clave privada o frase semilla, una lista de 12 o 24 palabras normalmente ordenadas de una manera específica. Es de suma importancia tener mucha cautela en cómo guardamos esas palabras, dado que cualquier persona podría acceder a nuestros activos desde cualquier parte del mundo. Para poder realizar dichas transferencias dentro de las cadenas de bloques, vamos a necesitar saber la clave pública a la cual queremos depositar los fondos. Esta sería el equivalente al número IBAN al que estamos acostumbrados a usar para realizar nuestras transacciones a través de entidades bancarias.
¿Y por donde se realizan las transferencias?
Las transferencias que realizamos desde nuestras wallets se realizan a través de cadenas de bloques o más conocidas como Blockchain en inglés. Esta tecnología como bien indica la palabra, son cadenas de bloques de transacciones que se almacenan en una especie de libro de contabilidad gigante en línea de manera descentralizado transferencias de las correspondientes cadenas de bloques. Cada bloque almacena transacciones que se han realizado dentro de la misma, ya sean de compra, venta o envíos. Esas transferencias de activos se pueden realizar en determinadas blockchains, y a su vez, las blockchains pueden albergar diferentes tipos de activos. Pero cabe destacar que debemos informarnos primero de cómo se usan las diferentes redes blockchain disponibles en el ecosistema cripto y cómo se pueden realizar envíos entre wallets de manera segura, ya que con tan solo escribir un número o una letra mal de una dirección o configurar la red de manera incorrecta podemos perder nuestros activos. ¿Os gustaría aprender cómo crear vuestra billetera de Metamask y cómo realizar transferencias de forma segura? En el siguiente post os contaremos cómo.
¿Cuáles son las más usadas?
La billetera que más uso tiene dentro del ecosistema descentralizado es Metamask, un software de billeteras sobre la red de ERC-20 (Ethereum) que permite crear billeteras de diferentes redes de cadenas de bloques, pero usando una misma dirección. Se compone de un software que se instala en la sección de extensiones de los navegadores o en una app en el Smartphone. A su vez, hay más alternativas más allá de usar Metamask, tales como:
Frame: billetera basada en la red ERC-20 centrada en la privacidad que se ejecuta de forma nativa en MacOS, Windows y Linux, lo que le permite administrar todas sus cuentas y tokens al mismo tiempo que se conecta a cualquier dApp. Esta billetera mantiene nuestra clave privada fuera del navegador y es compatible con las billeteras de hardware populares.
Rabby: billetera Web3 de código abierto creada por DeFi DeBank (trackers de portfolios DeFi) que ofrece una experiencia de cadena múltiple al cambiar automáticamente a la cadena correspondiente según el sitio que visitemos. Para mayor seguridad, siempre nos saldrá una ventana emergente de confirmación de firma de Rabby. Cuando está confirmando una transacción, la billetera nos explica detalladamente el proceso de la transacción y el saldo restante.
Trust Wallet: billetera de criptomonedas multi divisa que sirve para comprar, intercambiar, almacenar y ver los precios de decenas de criptomonedas. Cuenta con una interfaz con gráficos de cotización en vivo, hacer Staking en ella, realizar swaps a buen precio y navegador para acceder a las mejores DApps.
Billeteras de Exchange
Como bien dice su nombre, son billeteras de software que ya vienen configuradas desde el momento que nos hemos registrado dentro de sus plataformas. Dentro de estas billeteras, la plataforma que estemos usando nos proporciona acceso a todos los activos que tienen listados a través de diferentes blockchains disponibles para realizar las transferencias, acceder a una amplia variedad de productos de inversión y la compra/venta de activos. También da acceso a producto derivados, tales como futuros u opciones. Tales plataformas son Exchanges centralizados como Binance, Coinbase, Kraken, Kucoin, Gate.io…
Conclusiones finales
Para poder acceder a nuestra cuenta del banco, tenemos que escribir nuestras credenciales (usuario y contraseña, normalmente suele ser información privada) y acto seguido ya nos encontramos dentro de nuestra página principal de la app del banco. Cabe recordar que nuestro capital está custodiado y “protegido” por la entidad bancaria correspondiente, lo que significa que, al mantener sus servidores centralizados, una falla en el sistema podría dejar inoperativa la red durante horas. Sin contar con el tema privacidad a la hora de gestionar los movimientos, la velocidad del proceso suele ser bastante lento (normalmente la espera es de 1-3 días laborales).
Es interesante entender que, en el sistema bancario actual, en situaciones graves, nos podemos quedar sin acceso a nuestro dinero, como sucedió en Argentina (el corralito) o cómo está sucediendo en Canadá con la crisis entre el presidente Trudeau y los camioneros por las restricciones del COVID. Recordemos que el dinero es del banco en cuanto lo depositamos y tiene una deuda con nosotros y las deudas pueden ser embargadas.
Quizá parece más fácil al principio realizar una transferencia bancaria, donde tan solo copiamos un código IBAN y nos lo gestionan todo, pero las criptomonedas nos están demostrando con hechos los muchos avances tecnológicos que nos están brindando y a su vez la capacidad de poder solventar los problemas presentes en el sistema bancario tradicional, seguramente con el tiempo irán mejorando los interfaces y saliendo nuevas soluciones como la de la blockchain CELO que utiliza el número de teléfono como clave pública para enviar sus cripto activos.
El Research Lab de beToken Capital es el promotor de beToken my Friend y parte del equipo de Genesis de Tokeners DAO.
beToken Capital lo componen un equipo de expertos en capital riesgo, mercados financieros y criptomonedas con el objetivo de contribuir a la democratización de las finanzas promoviendo la educación financiera de las personas.
Proporciona servicios de Institution-grade Research en Crypto (algunos de ellos los compartimos en beToken my Friend) y también invierte en fase temprana en las empresas y protocolos que van a revolucionar las Finanzas y la Web 3.0.
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